martes, 26 de febrero de 2013

MESA MÁGICA (parte final)





















A partir de esa mesa, Alberto con el truquito de la moneda y además el cine de mi papá, se sumaron vivencias divertidas o al menos significativas. Mi propósito es solamente "picar algo" y agregarte algo mas al respecto.

No recuerdo a que altura se sumó que a mi hermano mayor y yo, cuatro años de diferencia entre los dos, nos regalaron un sencillo teatro de títeres, lo cual nos produjo gran entusiasmo. El me dirigía porque yo era muy chico, hacía la escenografía, porque tenía facilidad para la pintura, y, entre los dos hacíamos las cabezas de los personajes, con papel de diario, engrudo y pintura.

Entre los muchos usos divertidos de ese teatrito, fue que ibamos al oratorio de La Parroquia, donde, después que mi papá proyectaba cine, nosotros dábamos alguna obrita de  títeres.

En una ocasión bastante especial, tenía  unos trece o catorce años, fuimos a alegrar un cumpleaños de una chica del barrio. A mi me tocó hacer de mago y a el de titeretero...

Para nada es casual el hecho de que mi hija mayor sin que se le hablara de ello, le gustara tanto confeccionar marionetas y ponerlas en marcha ante los niños.
Ni tampoco es solo coincidencia, que dos de mis hijos tengan inclinación por la magia sin que se los haya inculcado, al menos concientemente....


jueves, 21 de febrero de 2013

MESA MÁGICA DOS




















Ya te había contado lo del truco que hizo Alberto, el cual no era ni tío ni primo, solamente amigo. Amigo de los chicos.


Te habrás dado cuenta que el truco que hizo fue mágico, pero la verdadera varita fue su modo de tratar, el hecho de prestarme atención.

Eso es así porque los chicos tienen magia incorporada cuando se mantienen como tales y se los estimula de algún modo...

Por eso fue que esa mesa me dejó mensajes....
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Antes de ésto y desde hacía tiempo mi papá nos daba cine con un lentísimo proyector antigüo. Películas de dibujitos tan inocentes que hoy nos harían reir.

Una vez, como gran acontecimiento alquiló Trapito, la de Charles Chaplín. Eran cuatro rollos mucho mas grandes de lo que  estaba acostumbrado. Fue una gran fiesta para el y todos nosotros.

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También ocurría que el Cura del Pueblo, a los chicos que iban a Misa les daba un vale para asistir al Oratorio, que era un lugar que se usaba para diversión de los pibes, era en realidad una casita rodeada de árboles y terreno. Allí todos los  que tenían dicho vale, podían asistir a la función de cine que daba mi papá. Era una pequeña argucia que utilizaba el Párroco para hacerse propaganda. Debo agregar  que a nadie la molestaba e iba a la Iglesia el Domingo a la mañana y, luego a la tarde del mismo dia para ver el cine que te dije....






sábado, 16 de febrero de 2013

MESA MÁGICA

A los chicos casi nada les pasa desapercibido. Registran imágenes, olores, gestos y actitudes de las personas mayores, discusiones y tantas pero tantas cosas que luego los acompañarán por el resto de sus vidas.

Es muy cierto que tenemos una memoria selectiva, la cual está manejada por misteriosos recintos dentro de los cuales archivamos y coleccionamos lo que nos interesa recordar, lo que nos ha impactado por alguna razón; y también hay un cuarto oscuro, donde dejamos en cierto modo olvidado aquello que queremos descartar por diferentes múltiples razones.Desde luego que la ciencia dispone de métodos para urgar en ese misterioso depósito, pero no sería el tema que me ocupa en este momento.

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Desde muy pequeño  tomaba todas las cosas que escuchaba de la boca de los mayores al pie de la letra, o sea, literalmente;  si escuchaba decir por ejemplo "corre esa silla", pensaba que me pedían que corriera tras ella, cuando lo que me estaban diciendo era que la desplazara. ¿Se entiende?

Así fue que cuando escuchaba a los grandes decir que iban a "jugar a la canasta", que es un juego de cartas bastante clásico, yo pensaba que la canasta que había en el centro de la mesa que ellos rodeaban era el objeto esencial del juego, cuando en realidad no tenía nada que ver con el mismo.
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Hay un desfile de acontecimientos que pasan por mi mente, vinculados con esa mesa que hoy todavía existe; es de un juego de muebles de estilo provenzal, ubicada en el centro del living comedor, como se decía entonces...

Allí estaba Alberto sentado en un lugar destacado de esa mesa y rodeado de chicos; se ve que era un muchacho bastante joven, pero entonces me parecía mucho mayor, eso era porque yo era muy chico.

Muy sonriente, tomando entre el índice y el pulgar de la mano izquierda una moneda grande, hacía un ademán y un soplido al mismo tiempo que la agarraba con los mismos dedos de la derecha, la moneda misteriosamente ante nuestro gran asombro de niños desaparecía y luego la encontraba debajo de la canasta que te mencioné.

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Pasaron muchos años y a la edad de doce años mas o menos, estando en la escuela secundaria, voluntariamente concurría a la misma los días sábados en colectivo, lo que significaba un viaje de casi una hora. Era para asistir con permiso de mis padres, a un curso gratuito de magia en el cual un buen señor mago nos enseñaba secretos y de su oficio. Interesadísimo estaba yo, a tal punto que comencé a fabricar distintos implementos necesarios para llegar a ser un mago como el. 

Te cuento que el primer truco que nos enseñó fue aquél de la moneda. El cual requiere de práctica, concentración y manejo del público. Este secreto vino a ser como las primeras letras.

Transcurrido un cierto tiempo dejé de asistir a ese curso y no le dije nada a mis padres que era para no gastar mas dinero en las preparaciones y los viajes. Creo que era yo el que magnificaba el asunto............

Aún así he guardado conocimientos adquiridos y hasta el día de hoy cada vez que me vinculo con un niño chico suelo hacer "el pase de la moneda" captando su intención en forma mágica, ya que estas cosas poseen algo que va mas allá de lo visible. 

Solamente con los años, revisando el pasado, descubrí que era por Alberto que ésto me entusiasmaba tanto. Seguramente debido a la forma afectuosa en que nos había tratado.........
                                                                                                                                              





























viernes, 8 de febrero de 2013

ALGO PARA CONTAR (cuarta y última parte)












Así "fue como fue" lo que te estaba contando:
                                                                         Terminamos regenteando un Hogar para albergar a madres menores o a punto de dar a luz en situaciones extremas con el doble propósito de que mantuvieran a sus hijos junto a ellas; y en un sentido amplio, crear sensibilidad acerca de la importancia de la defensa del vínculo madre-hijo y la defensa del derecho a la vida del niño aún no nacido.

La parte económica personal y de crianza de nuestros hijos la teníamos bastante asegurada, porque aunque tuviésemos que alquilar para vivir, nos dimos cuenta que podíamos afrontarlo y que necesitábamos hacer algo concreto por los objetivos que te dije, ya que notábamos falta de conciencia sobre esos puntos, y adentro nuestro un gran impulso que nos empujaba a hacerlo, a tal punto de sentirlo algo así como una necesidad.

Si bien los escollos que tuvimos que afrontar fueron muy importantes y sufrimos mucho por ellos; pero a su vez fue tanto lo que nos enriqueció espiritualmente, que nos dimos por satisfechos.

Además de solucionar muchos casos concretos, adonde Adela y otras personas de buena voluntad se ocupaban de apoyar moralmente a estas mamás, cargamos con la enorme responsabilidad de sus vidas sobre nuestras espaldas, y en lo concreto había que "caminar mucho" en todos los aspectos, para lograr sostener inclusive materialmente, a esta Pequeña Obra. 

También difundir nuestros objetivos en defensa de la vida de los no nacidos tuvo un costo en ocasiones riesgoso. Pero no quiero abundar en detalles. Pero por una razón que nosotros no provocamos, que entendemos con bastante profundidad, no viene al caso analizarla o extenderse en ello. Lo único que te voy a decir, que la adversidad es un buen estímulo para seguir adelante y una buena señal del acierto.

Asimismo nos encontramos con muchísima gente muy buena dispuesta a ayudarnos. Los mas silenciosos son los que mas nos conmovieron, ya que había muchos que pedían que no apareciera su nombre, aunque finalmente se les hacía entender que la formalidad de dejar constancia, nos daba respaldo a nosotros. Se cruza por mi memoria aquella viejita pobre que quizo fraccionar los pocos paquetes de alimentos que tenía, y darme una parte para "esas madres" decía con emoción.

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Mas o menos a los tres años de este emprendimiento. En la esfera oficial se sensibilizaron suficientemente como para crear cinco hogares en la ciudad y pudieron cubrir ese bache mejor que nosotros, contando al mismo tiempo con un marco legal y respaldo material mucho mas seguro. Y nosotros habíamos cumplido el cometido.

No puedo omitir comentar que tuvimos muchas adversidades al tener que soportar la contra de mucha gente que argumentaba que "teníamos intereses personales", eso dolió pero también nos fortaleció.
Recuerdo que cuando empezamos, nos dijeron con acierto en el Diario local que al enterarse nos visitaron. "Que era inevitable que apareciesen nombres porque tenían que aparecer los responsables".
 También cuando la obra empezó a trascender, aparecieron las adulaciones y las ofertas tentadoras en diferentes aspectos y de distintos ámbitos que no construye nada bueno nombrar.

Cuando abundaron las palmeadas, algo nos dijo que ya habíamos cumplido el objetivo esencial de nuestra tarea ya que no era eso lo que buscábamos y que debíamos cerrar el Hogar y "regresar" a nuestro trabajo habitual que nunca habíamos descuidado, de atender exclusivamente a nuestros hijos y de asistente social en esa etapa de nuestra vida.

Estábamos conscientes de que así como en nosotros en otras partes del mundo estaba ocurriendo el mismo fenómeno de despertar la conciencia de defender la vida desde antes de nacer y de la necesidad de respetar y cuidar a esas madres que no podían amparar a sus hijos por encontrarse en situaciones extremas.

A pesar de algún escéptico o algún especulador del caos, creo que el mundo evoluciona y lo seguirá haciendo.

Las personas no somos imprescindibles, solamente tenemos que hacer lo que sentimos que nos corresponde pero sin excedernos... 


                                                   LAO PAUNERO

martes, 5 de febrero de 2013

ALGO PARA CONTAR (tercera parte)













como te venía contando, hace unos treinta años alquilábamos una casa, en la cual, en época económicamente difícil teníamos un negocio, a su vez hacía reparaciones de televisores e instalación de antenas y continuaba en mi profesión de asistente social trabajando para un Juzgado de Menores. 

Los médicos indicaron a Adela que abortara a nuestro cuarto hijo, ante lo cual y con todo mi apoyo ella se opuso a pesar de estar soportando un tremendo dolor en los riñones. Nació nuestro hijo y ella fue operada con una gran cirugía.

Se sumo que conociéramos a Claudia, de veinte años, quien manejada por la mafia ejercía la prostitución y no podía salirse de ello, resolviendo entregar a su bebé sin que la pudiésemos ayudar.

La situación económica nuestra estaba básicamente encaminada.
Llegó un día pico para nosotros.........


Nos miramos a los ojos y tomamos una decisión, resultado de un largo proceso interior...

Sentimos que la vida nos estaba pidiendo un escalón y debíamos ser agradecidos con lo que ella nos había dado. Vendimos muy bien la mercadería, cerramos el negocio; ya que nos arreglábamos con nuestros pocos ahorros y mi profesión de asistente social era cada vez mas reconocida jerárquicamente en los Tribunales de Menores donde me desempeñé durante muchos años...

Convocamos a un grupo de gente y nos organizamos para la puesta en marcha de un trabajo voluntario con un doble objetivo: defensa de la vida de los niños no nacidos y protección del vínculo madre hijo.

Alquilamos una casa donde albergábamos a menores embarazadas o con un bebé para evitar el aborto y resguardar el lazo con su hijito.

Caminamos y visitamos a mucha gente para lograr apoyo material para afrontar los gastos y la alimentación de las alojadas. Hicimos un boletín donde publicábamos y enseñábamos nuestros objetivos, el que al mismo tiempo sirvió para recaudar fondos....

NOTA: en la próxima te contaré la parte final en la forma mas reducida posible para que sirva compartir esta historia y puedas darme un poco mas de tu atención, la cual agradezco y valoro profundamente.

sábado, 2 de febrero de 2013

ALGO PARA CONTAR (segunda parte)












Además del sacrificio de tanto trabajo que teníamos y la importante cirugía que Adela tuvo que soportar,al tiempo de haber nacido nuestro cuarto hijo, aquél que los médicos querían que abortara por un diagnóstico apresurado y de salida fácil, a lo cual Adela se opuso con tenacidad, apoyada y respetada por mi. Hemos agradecido a Dios por cada hijo que tenemos, incluido el tercero de los siete que falleció en un accidente a los 24 años de edad, se lo agradecemos por haberlo tenido entre nosotros y continuamos con el al lado...

En esos días conocimos a una joven mujer de veinte años que a pesar de haber visto muchas situaciones parecidas debido a mi trabajo de asistente social; ella nos sacudió emocionalmente dado que se vio obligada a entregar a su bebé por estar manejada por una mafia de prostitución y afectada por un problema hereditario de salud que la obsesionaba con el temor de que no podría cuidarlo. Nosotros nos sentimos conmovidos e impotentes ante esta situación, ya que a pesar de todos los intentos no pudimos ayudarla, ni convencerla de que lo conservara, porque era realmente peligroso albergarla, para nosotros y nuestros hijos, ello excedía nuestra responsabilidad por lo amenazante de la mafia que te dije.Ella hubiera dejado la prostitución a la que la presionaban ejercer si hubiera podido esconderse, alguno podrá pensar que éramos utópicos, pero creímos en ella, solamente que a pesar de todos los esfuerzos posibles, no encontramos a quien pudiera o estuviera dispuesto a darle albergue en aquellos entonces.

Por otra parte , siendo bastante jóvenes habíamos logrado "campear el temporal" de la situación familiar y organizarnos económicamente como para salir adelante......