lunes, 24 de octubre de 2011

SU PROPIO ESTILO

Algunos dicen que elegimos como vivir, otros de que somos producto de las circunstancias. En realidad personalmente pienso que vamos eligiendo un modo según éstas se nos vayan presentando y, a ese estilo que optamos, lo podemos ir modelando con el tiempo, de acuerdo a nuestras nuevas inquietudes. Ya que, indiscutiblemente, la vida es una caja de sorpresas.


En el caso de Julián, lo conocí cuando el tendría unos cincuenta años. Definitivamente, vivía al modo que el había elegido. Lo cual no se trata solamente de dinero, sino especialmente de buscar el que le quedara como zapato a su medida.


Su casita era sencilla, ubicada en la zona pobre del barrio, adentro tenía todo lo  que necesitaba según como lo deseaba. No voy a extenderme para lograr ser leido sin que te aburras por la extensión. Me voy a circunscribir al hecho de que prefería vivir de changas, como decimos aquí, o sea de trabajos diversos, tales como jardinería, reparaciones del hogar etc. Quiero destacar entonces las herramientas que, con su ingenio había construido para poder defenderse en su trabajo.


Había hecho una bordeadora con una licuadora puesta en forma invertida sobre un caño. Una máquina  de cortar césped con una aspiradora de esas de las de antes, tipo Yelmo, que cuentan con tres rodillos. Una soldadora eléctrica con bobinas fabricadas con cables en desuso, que por cierto estaba muy bien hecha. Otras tantas herramientas manuales que sería extenso enumerar.


Tenía una huerta prolija y unas aves de corral. 


No le faltaba nada, tenía buen ánimo, pese a contar con un pasado algo tortuoso, que lo había impulsado a alejarse de sus familiares.


Los vecinos lo aceptaban y le ofrecían trabajo. Lo cual le alcanzaba para subsistir dignamente.


Solía expresar con bastante vehemencia ...."tengo todo lo que quiero y quiero todo lo que tengo".