miércoles, 24 de febrero de 2010

ARRAIGO

Querencia es una palabra linda y significativa en profundidad, como casi todas. Tiene un contenido que va mas allá de la razón. El gaucho argentino la utiliza para referirse al lugar donde se ha nacido y criado uno mismo o particularmente algún animal doméstico.
Suele pasar que los llamados perros de la calle, que no tienen donde estar, encuentren un lugar para quedarse; donde por alguna razón se han sentido bien tratados. Sucede entonces, que se aquerencian. Es decir, de algún modo adoptan y son adoptados. Y se quedan entonces.

Cuando voy con el auto a cargar combustible, cerca de casa, hay en la estación de servicio, un perro negro y grande, que si le presto atención, se acerca con un palo en la boca y lo deja en el suelo para que lo levante y lo arroje, para que él salga corriendo a buscarlo y, contento me lo traiga de vuelta. Luego me mira como esperando que repita el ritual. Así sucede varias veces hasta que me toca irme. Entonces dándose cuenta de ello, deja el palo en la punta del capot. El palo se cae al moverse el vehículo y entonces el perro continúa con ese juego, si es que algún otro cliente, le presta atención. Uno puede pensar que solo se trata de un animalito que quiere jugar. Pero hay algo mas que eso, tiene un objetivo y lo consigue...
Que le presten atención. Y eso es propio de la naturaleza tambien de los humanos...
Me pregunto si hay alguien que atienda este simple relato.

martes, 16 de febrero de 2010

NEFASTITUDES

En el campo se acostumbraba denominar "pájaro de mal aguero" cuando se quería referir a una persona con cuya presencia o algunas palabras, anunciaban que iba a ocurrir una desgracia, es decir, algo malo. Quiero entender que la expresión deriva de malos augurios.
También por el siglo diecinueve en adelante, se acostumbraba a denominar yeta o yetatore a aquella persona que con su presencia se producía hechos de mala suerte; especialmente en Buenos Aires. Yo he conocido a algunos sobre los cuales se generaban rumores y fantasías en torno a su supuesta mala onda. Era una especie de superstición. Siempre pensé en lo incómodas que se deberían sentir aquellas personas que proyectaban esa sombra de creencia.
Asimismo se decía que pasar por debajo de una escalera, romper un espejo o que un gato negro se te cruce, traería hechos nefastos.
Supongo que en los diferentes paises, habrán habido o hay en la actualidad, similares creencias.



En una oportunidad me sucedió que un señor fue a verme a un campito que teníamos en aquel entonces porque quería preguntarme y vincularse acerca de la lombricultura. Actividad que desarrollo a tiempo parcial.Como me dijo que tenía interés en que conversáramos y coordináramos sobre ello; le dije que en los próximos días lo iría a visitarlo a su casa. Para que no olvidara su domicilio y su nombre, me lo dijo y señaló la vivienda diciéndome "es allí donde se ven unos paraisos", árboles conocidos en nuestra zona. Entonces, como recurso de nemotecnia, con la intención de no olvidar su casa y su nombre, dije..."muy bien, en estos días te iré a ver a donde MARCELO ESTARÁ EN EL PARAISO".


Pasaron unos pocos dias y cuando lo fui a buscar, me llevé la sorpresa de que Marcelo había muerto. Durante unos días me sentí pájaro de mal aguero, yetatore.
Una sensación extraña de como si yo lo hubiese enviado al Paraiso.


martes, 9 de febrero de 2010

NO BIODEGRADABLES

Adela y yo criamos siete hijos. Ya desde entonces, por quererlo así, luchamos "contra viento y marea" porque muchos nos hicieron la guerra por ser como somos. Pero eso aumentó, no la terquedad, sino la convicción por nuestras ideas.
Entre otras cosas lavábamos los pañales de tela, con agua,tabla y jabón. Había que dejarlos enjabonados de un día para el otro para que se les fuese el color amarillo. Asi terminaban luciendo impecables. Una cosa tan pequeña, representaba para nosotros nuestra satisfacción y dignidad.
Le ayudaba en tareas de la casa cada vez que podía, sin que me lo pidiera. Muchos hombres cambiamos un poquito la historia junto a nuestras mujeres, silenciosamente. Siempre supe hacer de todo, de lo que tradicionalmente había sido tarea de mujer y por propia voluntad. Anduvimos juntos y eso no nos frustró en ninguno pero ninguno de los aspectos. La vida, aunque duela mucho, requiere dificultades y adversidades para cultivar su esencia y comprenderla.
A pesar de todo, el ALMA MATER continúa siendo Adela,
porque va con la naturaleza de la mujer; incluyendo su ternura, candor, desparramo de amor y tantas hermosas cosas. Como asimismo, humildemente, sigo siendo yo el ALMA PATER; refugio y sostén moral de sus propias inspiraciones y de nuestros hijos, apoyo y protección.
En realidad, todo lo que hacemos juntos nos hace felices. Y lo otro, lo compartimos y nos ayudamos con estímulos y consejos mutuos. Todo ese enorme capital se hace extensivo hacia nuestros hijos y entre ellos, incluyendo a muchos otros de los que nos vinculamos por aquellas circunstancias de la vida.


Siempre sostuve que cambiar la historia es algo tan bueno y posible, pero que incluye una gran responsabilidad. Es que no solamente vivimos para nosotros. En esos casos es cuando caemos en la autocompasión porque algo nos está diciendo en nuestro interior que nos está faltando algo.



En nuestro caso -ya que pudimos- tener hijos fue uno de los desafíos mas hermosos. Porque en aquellos tiempos se comenzaba a ver a los niños como un estorbo para otros planes.Incluso en algunos paises, el miedo a la guerra, los había marcado. El señor DON MIEDO se habría instalado a vivir entre nosotros.
De una cosa estoy seguro. HAY QUE ELEGIR BIEN EL CAMINO EN LO QUE SE PUEDE MIENTRAS SE PUEDA Y ANTES DE QUE LA VIDA SE PASE.



Es que los PAÑALES DESCARTABLES recien salían y entonces eran carísimos. Después vino el boom y ganó la batalla otra vez el consumismo descontrolado y, por poco "hasta los perros" los usaban. Nosotros alcanzamos a utilizarlos algo, con el hijo menor, o sea que , hace unos dieciocho años.



Pero resulta ser que tras una investigación reciente, se vino a descubrir que estos implementos son ALTAMENTE CONTAMINANTES y no biodegradables dentro del transcurso de algunos milenios. Algunos amantes de las estadísticas, estuvieron haciendo cálculos del alto grado de perjuicio que produce solamente un bebé por el uso los mismos. Lo que equivaldría a algo así como quichicientosmil contaminantitos por cada bebé que nace.Por mi parte pienso que hacer estas estadísticas solamente cooperan con la psicoparanoidea colectiva del desastre, que tanto saborean algunos medios de comunicación que viven de ello.



Irónica y sádicamente me pregunto. ¿habrá que elegir entre no tener hijos para no lavar pañales de tela? o patrióticamente ¿hacérselos lavar a los abuelos, para que los padres puedan trabajar? o, en tercera, ¿se inventarán nuevos pañales que no afecten y que finalmente no resulten truchos haciendo gastar mas dinero a unos muchos y ganar mas dinero a otros pocos?



¿Como utilizará el hombre su inteligencia para salvar situaciones como ésta?