miércoles, 27 de marzo de 2013

EL IMPEDIDO

















































EL MÚSICO QUE ENFERMÓ



Estoy de acuerdo que estas pequeñas narraciones suelen dar para mucho mas. Pero dejo en tus manos el análisis profundo, para que tu valioso tiempo te alcance para leer estos escritos y dejarte tal vez alguna inquietud.


Hace unos pocos días viajaba en colectivo porque muchas veces me encanta prescindir del automóvil por razones de disfrute y de sacarle fruto al tiempo bien empleado, ya que , en lugar del barullo que es ir a estacionar en el centro de la Ciudad, es mas práctico el micro.


Entre otras cosas, el andar en ómnibus te permite intercambiar alguna conversación con alguien que pueda albergar una moraleja en tu corazón.



Elegí uno de esos asientos de a dos que se enfrentan con otro gemelo. Al ratito subió un hombre de unos cuarenta años munido de un bastón y portafolios que tenía un modesto y pequeño escrito que decía "pequeños artistas".
Mi curiosidad me movió a la conversación y sondeé a esta persona para saber si era también permeable a algún intercambio. Y felizmente lo era porque  mi trato cauteloso y respetuoso, para nada invasivo. Te confieso que casi nunca tengo ganas de hablar pero la vida te enseña que es bueno salirse de adentro de uno de vez en cuando.

Estuvimos conversando sobre el arte  la importancia de la creatividad en general, para saber canalizar los sentires y para  improvisar alternativas cuando asi lo necesitamos. 

Su aspecto y modo era sencillo y por decirlo así, de bajo perfil. Era músico y su instrumento favorito, la guitarra, había sido cantor y ejecutante desde temprana edad hasta hace pocos años. 
Me contó con dignidad y sin dicharachería como era que había quedado enfermo de diabetes, y en su caso con disminuciones motrices, auditivas y de la vista. Con actitud alegre, resignarse no es aplastarse, encaró su vida como compositor y vive humildemente pero le alcanza como para no descuidar a quien considera su primer capital, ésto es, su mujer y sus hijos; sin descuidar el estar con ellos y no desatenderlos en otros aspectos tan o mas importante que el material.....

La charla duró el tiempo de un viaje, o sea, unos diez minutos. Algunas veces lo veo pasar siempre con aire de contento.......

Alguien para aprender.......

¿Que será triunfar entonces?.......

                                                               gracias por leer
                                                               LAO PAUNERO

viernes, 22 de marzo de 2013

COMO PANCHO POR SU CASA













Me viene a la memoria un amigo con el cual nos conocemos desde hace muchos años.´

Éramos muy jóvenes, el tenía veinticinco años y yo veintisiete si no me fallan las neuronas.

Estábamos los dos casados, felices y contentos, por lo que nuestras esposas eran también amigas.

Vivíamos muy cerca, ya que estábamos dentro del mismo edificio. Una antigua y elegante construcción, donde los grandes departamentos estaban intercomunicados por un amplio pasillo.

Gracias a esa amistad que nació entre nosotros cuatro, pasábamos excelentes momentos compartidos de sana diversión.

No obstante habían algunas insignificantes diferencias de criterio entre el y yo, ante lo cual para mi punto de vista había que tolerar porque generarían inevitables pequeñas fricciones que podrían arruinar nuestra amistad y eran perfectamente soslayables, no valía la pena tenerlas en cuenta.

El estaba acostumbrado a abrir la puerta sin mala intención, de mi casa sin avisar  haciendo una memorable exclamación de "¿están durmieendoo?" pese a todo provocaba la risa de Adela, mi esposa y yo, y como quien dice lo "pasábamos por alto" a pesar de que era un tanto incómodo en algunas ocasiones especialmente.

No era mal intencionado, actuaba de acuerdo a educación que había recibido, no le quitaba nada como persona afectuosa y sensible que siempre fue.

----

Una de las veces que  fui a su departamento, como es obvio hice sonar el timbre o golpeé la puerta, no viene al caso el detalle. Ante lo cual apareció a atenderme diciendo "¿eras vos.....porqué no entraste directamente?" "Los amigos no llaman a la puerta, entran sin pedir permiso..."

Ante ello le respondí que "PORQUE SOY TU AMIGO ES QUE NO ENTRÓ SIN PEDIR PERMISO"..."Ésto nos hará mas amigos"...

El se quedó pensando....

Seguimos siendo amigos....

lunes, 18 de marzo de 2013

PREDICADORES




















tendrás en cuenta que este humilde blog lo tengo dedicado a hechos completamente reales, de los cuales queda una secuela de enseñanza según mi parecer....


te cuento que hay un señor que conozco que trabaja en albañilería. Se sabe que es una actividad muy sacrificada....

me contaba el otro día que una vez estaba haciendo un pozo sobre material duro que le implicaba un gran esfuerzo...

justamente pasaron por el lugar dos buenas personas con sendos libros bajo el brazo, cumpliendo con la tarea de predicar según les habían asignado esa labor....



al verlo trabajando, con buenos modos se pararon junto a el y comenzaron a hablarle de temas espirituales relacionados con la actitud que debía tener para con nuestro Creador. Pero aparentemente no comenzaron por conocerlo un poco y como el seguía en su trabajo mientras los escuchaba....le decían que tenía que "mirar mas al cielo" y "menos al suelo", el no les respondió y siguió trabajando al mismo tiempo que los escuchaba docilmente, mientras que cada tanto le insistían con aquello de "mirar mas al cielo"..."¡mirar mas al cielo!"...

cuando estos buenos señores terminaron con su respetable prédica.... uno de ellos retrocedió al despedirse y sin querer metió un pierna en un pozo y se cayó, salvándose por poco de resultar muy lastimado....

entonces mi amigo el albañil, en forma muy humilde les dijo con una sonrisa.... ¿vieron que también hay que mirar el suelo?


aclaro que éste amigo es una persona de trabajo pero de profunda Fe y respeto a Dios....

jueves, 7 de marzo de 2013

MI AMIGO EL VIENTO (RELATO DE JUEVES)

Para los tiempos de cuando era chico hacer un barrilete era un gran desafío y una gran prueba de destreza que nos ponía ante los demás chicos en el lugar de "superpibe" según fuera nuestro logro.

Por eso el viento del mes de agosto principalmente, era nuestro gran compañero para que se pudiese lograr el propósito convenientemente.

Cuando tenía doce años tuve la gran ocasión de participar de un concurso organizados por curas salesianos donde participaban un montón de chicos.

El primer desafío fue reunir todos los elementos, tales fueron la caña, el hilo, el papel, el engrudo y los trapos para hacer la cola. El diseño fue de uno que por su tipo se le llamaba estrella porque a ello se parecía con sus puntas que se hacían cruzando los hilos entre sí.

--------

Cuando llegó el gran día esperé impacientemente al mas importante compañero....¡EL VIENTO! que por suerte arrancó de brisa y después fue lo bastante fuerte como para facilitar el remontar de tantos barriletes que se veían en el cielo. Eso fue una gran emoción difícil de borrar de mi memoria.

La gran sorpresa fue que obtuve dos premios, uno por altura destacada y otro por buena confección.

Ni te cuento la emoción que tuve a esa corta edad......

Sentí como que el viento había soplado a favor mío......

viernes, 1 de marzo de 2013

PRIMEROS PASOS

En la primer infancia vivía en un pueblo despoblado y en consecuencia los pocos vecinos se cuidaban entre sí y se intercambiaban tazas de azúcar, fruta y otras manos.

Los chicos éramos algo así como de una misma familia.
Jugábamos y nos pasábamos de casa en casa sin que nadie nos reprendiera porque era considerado natural y seguro, nada nos podía pasar.Te cuidaban sin que lo notaras.

Los vecinos no obstante, se veía bien que estaban atentos para cuidar de los hijos de otros...
----------

Sin embargo aquella vez fue para mi un gran desafío la idea que se me había cruzado...

Dar la vuelta la manzana, así se decía, lo que implicaba desde mi casa recorrer las cuatro calles semirurales de ciento veinte metros que conforman un cuadrado entre ellas. Ésto sin decírselo a nadie.

Tan chico era, que sentía miedo desde el comienzo de esa gran aventura. Pero lo hice, recorrí dicha figura geométrica caminando lo bastante ligero como para regresar al punto de partida.

A medida que mis pasos se desplazaban mi temor iba aumentando y me parecía que nunca iba a llegar de nuevo a casa...

Pero llegué y me pareció una eternidad...

----------------

Ese, creo que fue un experimento de lance a la libertad, para seguir toda la vida explorando nuevos mundos....

Tan chico era...