domingo, 31 de octubre de 2010

CIZAÑAS Y RECONCILIACIONES

Cada tanto alguien es inmolado. Refiriéndome en este caso a figuras trascendentes
como es la del recientemente fallecido expresidente de La Argentina, mi país; a su vez esposo de la actual mandataria. Ruego que esta muerte produzca los frutos que correspondan, mas allá del dolor de sus seres queridos y aún en ellos mismos.

En realidad, todos tenemos nuestra gran importancia durante la vida y aún después.Ello implica un gran lugar que ocupar y una huella que dejar. Ya que, entre otras cosas, para ello hemos nacido. Para hacer nuestro aporte... y, algún día moriremos y seremos inmolados tambien. En nuestro entorno y mas allá de el, dejaremos algunos mensajes.



Dicen que no debemos hablar mal de los muertos y eso es muy cierto. Pero pienso que tampoco tenemos que acusarnos unos a otros cuando aún estamos vivos. Hemos de ocuparnos de todos nosotros, cuando estamos respirando.
Esta puede ser una de nuestras principales enseñanzas que podemos dejar a los que de algún modo nos están mirando.En realidad, en cierta forma, todos nos estamos viendo.

Hablar. Hablar, resulta fácil. Pero lo que hagamos o digamos contra el otro se nos vendrá contra nosotros mismos... Y perdurará con el tiempo...