Un famoso actor de un país poderoso se encontraba hace unos dias de paso por Argentina.
Anduvo mezclado con la gente dsifrutando de los asados, mate y otras cosas típicas .
Esta experiencia ya la había tenido porque era su segunda visita.
Reconoció que esta vez era diferente porque no vino por cuestiones de trabajo entonces pudo detenerse un poco a conversar y a pasar buenos ratos.
En una ocasión interrumpió una charla para hacer una exclamación .......¡se nota que estoy en la Argentina!
-¿porque? le preguntó el local que lo acompañaba
--por los perros callejeros, respondió
-¿y eso que tiene de particular?
--es que acá los perros sin dueño deambulan tranquilos y hay quienes les dan de comer como si fueran propios
-¿y con eso que? agregó el argentino
--es que en mi país los matan
Me quedo pensando sobre cuales serán las pautas que hacen la diferencia entre una potencia con la que no lo es...
domingo, 26 de febrero de 2012
martes, 14 de febrero de 2012
AVENTURAS Y DESVENTURAS
Hace quince años que la compramos. Si te digo todos los detalles que nos llevaron a ella, se haría muy largo de contar.
El hecho es que la vida nos llevó a ella. Una Kombi Volswagen modelo 1990, de esas que se ven en las películas de los años sesenta, algunas tienen flores pintadas.
Equipada como para camping. Llegamos a encariñarnos tanto como si fuera parte de la familia.
Si los vehículos tuvieran memoria, tendría grabadas un montón de historias muy divertidas donde toda la familia participó.
Idas de pesca, camping, paseos al mar o en medio del monte para compartir un asado y un partido de fútbol. Y etc, etc.
En ella estuvimos con todos los hijos. Hasta aquél que nos está mirando desde el Cielo.
Con el tiempo combinamos su función, utilizándola para trabajar trasladando mercaderia. También la utilizamos para hacer mudanzas de alguno de ellos o de amigos.
No teníamos idea de que algún día la tendríamos que vender. Pero, una cosa es cierta, las cosas materiales no deben enraizarse. Asimismo, nuestros hijos ya son grandes y muy excepcionalmnete haríamos un viaje con alguno de ellos.
Hace poquito tomamos la decisión de comprar una camioneta nueva adaptada a las necesidades de nosotros dos pero con algo de espacio por si eventualmente se agrega algún otro . Adela y yo hemos iniciado una nueva etapa. Es la de viajar y pasear todo lo que la vida nos de y en la medida de nuestras posibilidades.
Nuestros hijos y amigos nos dicen.....¿ya era hora no? . No es que no hayamos paseado solos, pero eso lo hacemos desde hace muy poco, desde que sabemos que se pueden cuidar a si mismos.
Acá estoy, acondicionando la Kombi para poder sacarle el mejor precio posible......
Pero la nota tragicómica es que, por ironía del destino, la VW se quedó encajonada entre los caños que sostienen el techo y la pared del lugar donde guardamos los autos.
Fue de no creer, ya que durante varios dias no la pude sacar hasta que tuve que cortar uno de los pilares de hierro con la amoladora. Así y todo tuve que hacer muchas maniobras y esfuerzo para conseguir sacarla de donde estaba.
Lo tomamos por el lado amable y nos reimos de la situación.
Me va a llevar un tiempo acondicionarla, esperemos que no se traiga otro truco entre manos para no irse de casa. Veremos con que se sale.
Es evidente que le cuesta cortar el cordón umbilical. Y a nosotros ni te cuento.
El hecho es que la vida nos llevó a ella. Una Kombi Volswagen modelo 1990, de esas que se ven en las películas de los años sesenta, algunas tienen flores pintadas.
Equipada como para camping. Llegamos a encariñarnos tanto como si fuera parte de la familia.
Si los vehículos tuvieran memoria, tendría grabadas un montón de historias muy divertidas donde toda la familia participó.
Idas de pesca, camping, paseos al mar o en medio del monte para compartir un asado y un partido de fútbol. Y etc, etc.
En ella estuvimos con todos los hijos. Hasta aquél que nos está mirando desde el Cielo.
Con el tiempo combinamos su función, utilizándola para trabajar trasladando mercaderia. También la utilizamos para hacer mudanzas de alguno de ellos o de amigos.
No teníamos idea de que algún día la tendríamos que vender. Pero, una cosa es cierta, las cosas materiales no deben enraizarse. Asimismo, nuestros hijos ya son grandes y muy excepcionalmnete haríamos un viaje con alguno de ellos.
Hace poquito tomamos la decisión de comprar una camioneta nueva adaptada a las necesidades de nosotros dos pero con algo de espacio por si eventualmente se agrega algún otro . Adela y yo hemos iniciado una nueva etapa. Es la de viajar y pasear todo lo que la vida nos de y en la medida de nuestras posibilidades.
Nuestros hijos y amigos nos dicen.....¿ya era hora no? . No es que no hayamos paseado solos, pero eso lo hacemos desde hace muy poco, desde que sabemos que se pueden cuidar a si mismos.
Acá estoy, acondicionando la Kombi para poder sacarle el mejor precio posible......
Pero la nota tragicómica es que, por ironía del destino, la VW se quedó encajonada entre los caños que sostienen el techo y la pared del lugar donde guardamos los autos.
Fue de no creer, ya que durante varios dias no la pude sacar hasta que tuve que cortar uno de los pilares de hierro con la amoladora. Así y todo tuve que hacer muchas maniobras y esfuerzo para conseguir sacarla de donde estaba.
Lo tomamos por el lado amable y nos reimos de la situación.
Me va a llevar un tiempo acondicionarla, esperemos que no se traiga otro truco entre manos para no irse de casa. Veremos con que se sale.
Es evidente que le cuesta cortar el cordón umbilical. Y a nosotros ni te cuento.
jueves, 2 de febrero de 2012
LA VIDA SE ABRE CAMINO
Se ve que el 30 de enero resultó ser un buen día para nacer. Se daban todas las condiciones. Estaba lluvioso y eso garantizaba una temperatura agradable.
Rita, por sus actitudes nos hizo notar desde la mañana que ese sería el gran día.
Es su tercer parto. Durante todo el día eligió lugares frescos para quedarse acostada de costado y lo mas relajada posible.
Como es costumbre, aceptó nuestras caricias. No le faltó agua ni comida.
Cada tanto se levantaba y se notaba que tenía contracciones. Nosotros no la invadíamos, respetábamos su libertad y sus instintos. Es que no somos para nada imprescindibles.
A eso de las 22, comenzaron a tirar en el barrio, cohetes muy estruendosos y fuegos artificiales. Entonces ella eligió parir en el hueco que hay abajo del hornito de barro. Así se aseguró su independencia y tranquilidad.
A medida que se acercaba el inicio del parto, las 22 y pico, la iba a buscar a Adela, mi esposa, como queriendo compañía. Ella, muy canchera para estas cosas, tal vez por su propia naturaleza de mamá, la acompañó todo el tiempo necesario, sobre todo cuando nacieron los dos primeros cachorros -seis en total- porque resultaron ser muy grandotes. Salieron al padre en eso. En consecuencia le dolía bastante.
El parto duró hasta las 2 y 30 horas. Solo nos restó, sobre todo al otro día, asegurarnos que los perritos alcanzaran a amamantar, arrimándolos a la teta cuando fue necesario, lo que ella acepta gustosa.
Allí están....en la dulce tarea de vivir. Con la suerte de estar en un lugar protegido. Con gente que no los invade, solamente los acompaña y respeta.Los observa y los disfruta, no les hace faltar agua y comida.
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