Los cirujas, de pronto pueden ser niños, jóvenes, adultos y hasta viejitos. Que por cierto, este oficio, tiene sus habilidades y secretos para ser ejercido, como casi cualquier otro.
Con los años que llevo vividos, y el trabajo que he realizado, he tenido la ocasión de conocer muy de cerca a las personas que se dedican a esta tarea.
Hay carritos de cirujeo, que se valen de la tracción humana para trasladarse, unos pocos de la bicicleta, y muchos del caballo, ese hermoso, sensible y noble animal.
Se dicen tantas cosas acerca de los sucesores del botellero. Puedo asegurarles, que en algunos casos, equivocadas e injustas. Debido a aquella costumbre de "poner a todos los gatos en la misma bolsa".
En realidad hay que saber bastante para ejercer este oficio de cirujeo, que conlleva tácitamente un código ético para ser bien ejercido.
Uno de los tantos recuerdos, se refiere a un joven papá que me decía que en la panadería tal, me pagan mucho menos que salir con el carro para ejercer esta tarea y, al mismo tiempo que gano mas, puedo estar con mis hijos que me necesitan.
Te diría que esta actividad, va de la mano con un estilo de vida llamado buena pobreza. Que implica desapego por un lado, vivir el día, y también compartir con quienes se encuentran cerca
No he conocido un tipo de tipo mas generoso que el buen pobre. No envidia ni codicia. Tiene fácil sonrisa y el espíritu rico.
Es la misma clase de persona que no acumula rencor hacia quien lo juzga sin conocerlo.
El pobre que prefiere ser buen pobre antes que ser mal rico, y que por ende, no tiene nada que perder.