RECUERDITOS...

Ni te cuento la emoción que era preparar el pesebre con la participación de todos, claro está que llegamos a ser diez hermanos nada menos.

Hacíamos un gran barullo por el entusiasmo. Me fijo en la memoria de cuando ya éramos siete. Mi hermana la mas chiquita de entonces creo, hacía con sus manitos una casita para poner en el pesebre, no recuerdo bien con que tipo de masa. Ella ahora tiene mas de sesenta y es una gran ceramista y escultora.

El revuelo de los preparativos era grandioso. Nuestros padres sin decir nada, planeaban en secreto los juguetes con que nos sorprenderían.

En la nochebuena cuando volvíamos de la Iglesia camino a casa mientras mirábamos el cielo muy oscuro y estrellado, agudizábamos los oídos para  escuchar cantar los gallos que se respondían entre si. Estaba claro, nos decían que habíamos ido a la "Misa de Gallo".

Todo era fiesta y griterío de chicos contentos. Los bichitos de luz que veíamos en la calle armonizaban con las luces del arbolito.

Cuando estábamos cerca de casa, apurábamos los pasos...