la cuestión, es que desde mi primer infancia y durante los primeros años de vida, conservo algunos lindos recuerdos. Uno es que mi mamá, como casi todas en aquellos tiempos, cosía, tejía a mano y hasta bordaba.
El costurero grande, como le llamábamos, era un mueble muy lindo fabricado con madera. En su parte superior tenía una cajonera con divisiones donde, en forma muy variada y clasificada, habían compartimentos con diversos objetos, tales como agujas, hilos de distintos colores, alfileres, dedales y que se yo que objetos mas.
Abajo tenía una bolsa donde se guardaban medias, calzones y cuanta cosa estaba esperando para ser reparada. Para zurcir las medias me llamaba la atención, un huevo de madera que se colocaba adentro de éstas para facilitar el trabajo.
Los botones guardados eran tantos que los dejaba aparte, adentro de una lata. Con mis hermanos solíamos usarlos para jugar a hacer filas de soldados y esas cosas, clasificándolos por color, tipo y tamaño.
Cuando tejía, era capaz de hacer una tricota para cada uno en tiempo récord. Eran pullovers hechos con aguja gruesa y con lana usada, de otras ropas que ya no servían por su tamaño tal vez, o porque alguien se las habría regalado. La cuestión es que la ayudábamos destejiendo los descartes y ovillando las lanas, de a tres colores; uno hacía el bollo y el otro ponía extendidos los dos brazos para facilitar la combinación en forma ordenada. Ella misma nos había enseñado la técnica para hacerlo, ante lo cual nos entusiasmábamos tanto, que se pasaba la tarde en eso.
En poquitos dias nos veíamos los siete hermanos con iguales abrigos y puestos para resguardarnos del invierno que recién llegaba.
Pero no te vayas todavía que te voy a contar algo muy interesante....
El mismo dia en que cumplí los quince años, mi mamá me llevó a la ciudad para que la acompañara a la casa en que se le haría el primer service gratuito y bajo garantía, a la máquina de coser eléctrica que utilizaba todo el tiempo, desde que yo había nacido; dado que, parece ser que unos dias antes del acontecimiento, se la había comprado o se la habían regalado. El hecho mas interesante es que a esa máquina, suiza en este caso, no tuvieron que hacerle mas que un cambio de aceite, porque estaba intacta.
El detalle final a mencionar, es que la siguen utilizando mis hermanas y se encuentra en estado impecable, al mismo tiempo que nunca hubo que hacerle ninguna reparación. Está como recién nacida.
En cambio a mi, a pesar de tener la misma edad de la máquina de coser, y andar bastante bien del físico, el espíritu y la mente, alguno que otro service me han tenido que hacer.
martes, 5 de junio de 2012
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5 comentarios:
ja ja ja, me gustó la comparación final Lao! Qué lindos recuerdos, yo todavía uso un mate para coser las medias deportivas. Mi mamá tenía una Singer a pedal, con los años la hizo convertir a eléctrica y la tiene mi hija. Y estamos hablando de muchos años, un abrazo grande, gracias por estas anécdotas tan tiernas.
Lao, antes se construían cosas para toda la vida. Ahora, uno da la vida para sustituir los mil aparatos que se nos descomponen. En casa de mi abuela aún se conserva una máquina de coser, de esas con pedal y polea, desde chiquita la recuerdo allí, mi abuela ya se fue y la máquina sigue silenciada ahora y yo no me atrevo aún a ir a la casa con esa ausencia.
DON LAO
Lee MUY EN SERIO ESTE COMENTARIO
Estoy llorando
me diste en el corazón
?sabés por qué ?
desde que mamá murió (hace muchos años) conservaba un HUEVO DE MADERA que estaba en el costurero de mi abuela, que además había sido de su mamá.
Me encanta zurcir, coser a mano, le hago a mano la ropa a mi hermana, la de verano, me regalan ropa usaday hago dobladillos, le hago las mantitas a mis gatos y perros, remiendo.
ESE HUEVITO estuvo siempre conmigo, siempre lo usé
este verano, en la terraza me senté a zurcir y nunca más lo encontre´, no sé si lo barrí junto con las hojas, no sé donde está
tengo la pueril esperanza de volver a encontrarlo, no me resigno, aunque pienso que lo debo haber barrido. No sé si se siguen fabricando, pero ese tenía como cien años,
hoy me diste en el corazón
era mi tesoro
mi diamante
Que grato leerte.
Te acompaño al pasado, a traves de tus recuerdos surgen los míos.
No voy a dar la marca de la máquina de mamá que aun tengo, la de pedal S....
Luego ese calorcito que auna el alma al recordar a la abu y mamita, cosieno o tejiendo,a dos agujas o crochet, de ellas aprendi y vaya que me sirvio para traer comida a la mesa!!!!
Coser no, apenas zurcir medias, pero lo que me encanta es tejer.
Y lamento que con el tiempo se vayan perdiendo, labores tan cálidas.
Pero es la vida moderna..
En cuanto a zurcidos fisicos mejor, estimado Lao , ni te cuento ja ja!!!
Cariños
Esas ya no se fabrican ahora Lao. Que bonitos recuerdos nos traes siempre. Mi madre sigue todavia ahora con su calceta, se hace jersey para ella. Dice que la relaja.
Un abrazo
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