domingo, 6 de diciembre de 2009

CLAUDIA

Claudia tenía 21 años, estaba sola con un hijito de algo así como un año. Por cuestiones mías de trabajo, la jueza me indicó que la llevara en mi auto a entregarlo.
Mi ocupación era judicial como perito, pero no tengo reparos en reconocer que alguna vez que otra, me salí de las reglas. Convencido de que hay una ley superior, Ley de Leyes, mas allá de los reyes. Que son muy necesarios, pero muchas veces prevalece el sentido común, algo así como improvisación y compromiso.
Le pregunté la razón de la entrega de su hijo y me contó que tenía una enfermedad irreversible y que tenía inevitablemente que dar ese paso, para que lo entregasen en adopción. Me impuse un silencio respetuoso. Y, ante ello me fue ilustrando en el camino sobre su real situación. Facil es juzgar, dificil es respetar y escuchar sin sacar conclusiones. Me irán entendiendo mejor de lo que cuento, mas adelante. Yo la llevaba a una institución que, casualmente estaba cerca de mi casa.
No tenía opción, eso lo entendí despues. Hice lo que humanamente estaba a mi alcance para ver si podía desistir. No alcanzaba a comprender, me sacaba de los cálculos que mi mente estructurada suele hacer en situaciones como éstas o parecidas. Estaba tentado de hacer aquello de "poner a todos los gatos en la misma bolsa", pero facil es juzgar, difícil es entender. En realidad, honestamente nunca terminé de entenderla. Pero una cosa era cierta, su intención real era salvar a su hijo.
Ella ademas de estar enferma, no tener familia que se quiera hacer cargo. Ejercía la prostitución, y al pasar por casa a la vuelta de la entrega, hice una locura de las grandes. La invité a bajar y le presenté a mi esposa, la que se conmovió por la situación y mi relato. Entonces, nosotros éramos mucho mas jóvenes ,nuestros hijos en consecuencia, eran chiquitos.
Ese dia y algunos otros, cenó en casa, hablamos mucho y conocimos su realidad. La verdad, estaba muy sorprendida de que alguien se arriesgara para ayudarla o intentar hacerlo. Es por eso que se abrió como un libro y nos contó su realidad. Como no tenía donde alojarse le conseguimos un hospedaje.
A los dos o tres días volvió y compartiendo la mesa nos contó que los de la mafia que la "protegía" la habían encontrado y no había podido escapar, cayendo nuevamente en prostitución.

Tuvimos que creerle y respetarla. Pero luego no apareció mas. Nos dimos cuenta con el tiempo que había desaparecido para no involucrarnos y exponernos a los riesgos que podíamos correr cuando se enterasen las personas que la manejaban.

Llegué a localizar a su padre después de un extenso rastreo de acuerdo a mi experiencia en el tema. Pero el padre no quizo saber nada con inmiscuirse o generarse compromisos, no me dio pistas sobre el posible paradero de su hija; era evidente que tenía miedo. Tomamos conciencia de que nuesta ayuda requería de un final. Uno tiene que cuidar a su familia propia.

Claudia...Claudia no tenía a nadie. Con una enfermedad y una actividad de la que no podía escapar...Claudia salvó a su hijo.

Vaya mi respetuoso homenaje a aquellas mamás que parecen sin amor y que en el mayor anonimato intentan salvar a sus hijos. Sin embargo, son condenadas por nosotros y vistas como abandónicas...

8 comentarios:

FABIA dijo...

Hola Lao, me ha "tocado" especialmente esta historia, por razones que no vienen al caso, me tocó conocer varias madres en situaciones similares a las que cuentas, vi lo que les costaba separarse de sus hijos y como yo sentia que ese era el mayor acto de amor que podian hacer por ellos. Pero no siempre nos ponemos en la piel del otro y resulta mas fácil prejuzgar que conocer.
Como tambien soy madre no puedo imaginar el dolor con el que vivirán el resto de su vida, todo por amor al hijo.
Besinos y encantada de ver tu sensibilidad y la de tu esposa.

Anónimo dijo...

que terrible la historia que contás. Te iba leyendo y se me erizaba la piel. Increible que hay gente que lucre con chicas tan jóvenes, que se ven de alguna manera, para sobrevivir, obligadas a prostituirse.
Facil es desde afuera condenar, criticar, decir yo hubiera hecho otra cosa... dificil es estar en ese lugar. QUe bueno que tuvo la lucidez de entregar ese hijo y darle una oportunidad de una vida mejor, ojalá lo haya logrado, y que sea un homenaje para esa pobre niña, porque al final era también una niña, que hizo lo que creyó que era lo mejor para él. Que bien que pudiste compartir algunos momentos con ella y que viera que no todos en el mundo la quieren usar.

Que injusto es el mundo a veces.

un beso

LAO dijo...

FABIA. Muchas gracias por tu mensaje.
Que importante es que tengas conciencia de la situación,actitud y sufrimiento silencioso de estas madres cuyo dolor, como decís, es inimaginable. Un beso.

LAO dijo...

nadasepierde. Gracias por tu comentario. Es cierto, en realidad se sorprendió ante nuesta actitud, al principio, es obvio, estaba prevenida. En realidad, no es que opten por prostituirse, en la mayoría de los casos las domestican para ello. Dificil de entender, pero cierto.Me refiero a los casos en los que cuidan su bebé desde antes de macer- Un beso.

ojo vidrioso dijo...

Qué tema la prostitución. Qué tema la mafia. Que tema la miseria. Qué tema el miedo. El miedo...

Qué tema el abandono...


¡Qué tema la vida!

Abrazo!

Lembranza dijo...

Lao, tu historia me ha hecho llorar, pienso en toda la gente que no tiene familia ni na nadie que le tienda una mano, estan solos y es dificil mantenerse en el buen camino asi. Un abrazo

LAO dijo...

ojo. Muchas gracias por participar y compartir estas ideas. Muchos saludos

LAO dijo...

Lembranza. Gracias por entender la profundidad del mensaje. Un abrazo