Calculemos que tendría unos diez y "picos". Las casas comunicaban a través de alambrados. Los mayores intercambiaban chusmeríos, tazas de azúcar, recetas, relatos y otras yerbas. Los chicos jugábamos desde una casa a la otra y compartíamos bolitas, piedritas, autitos, arcos y diversiones.
La gata de los vecinos del fondo había parido, entonces se quedaron con dos crías, de los cuales Hugo, el hijo de mi edad; me regaló un gatito negro y blanco. Importante hecho histórico afectivo fué para mí. Muy original de mi parte, le puse de nombre MICHI.
Michi resultó ser mi nuevo compañero de aventuras. Al principio lo "trenzaba" en combate con el otro gatito, su hermano, pasándolo por el alambrado. Luego terminó siendo como un amigo con el que mi imaginación a pleno, volaba "al galope". Por ejemplo corría moviendo las ramas de los sauces para provocar su reacción; entonces el gato saltaba, colgándose de las ramas y se agarraba de mis piernas. Ese fué uno de los rituales que teníamos. Realmente terminó siendo en ese entonces, algo así como el centro de mi vida. A tal punto que, cuando llegaba de la escuela, lo primero que hacía, era ir corriendo al fondo a buscarlo.
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Cuando tenía once años, me enviaron a las sierras con un contingente de chicos, chicos como yo, durante mas o menos tres meses. Como suele ser, al poco tiempo de estar, después de extrañar algo, me olvidé y me integré a un nuevo mundo de amigos, sierras, cascadas, liebres, y otras cosas varias que conformaron algo así como un lindo "paréntesis" en mi vida. Que sería otra historia para contar; pero lo cierto es que ese tiempo, fué para mí una eternidad.
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Al regresar a mi casa, era como un despertar; lo primero que hice, fué saludar a las apuradas a mi abuela que estaba cuidando de mis hermanos, y a éstos brevemente; se podría decir, que casi "pasé de largo" para ir corriendo a encontrarme con Michi. Pero me llevé la sorpresa de que ya no estaba, a pesar de buscarlo en todos los rincones. Nunca mas volvió.(¿¿¿???)
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Esta historia continuará en el siguiente relato...Si tiene ganas de adelantarme un comentario, estoy agradecido.
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2 comentarios:
Los recuerdos de la infancia se quedan muy marcados para toda la vida y los amigos más, seguire esperando a leer el final. Un abrazo
Muchas gracias Lembranza, igualmente un abrazo.
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