domingo, 1 de marzo de 2009

RAÍCES


para quienes no lo hayan leido, ésta es de hace un tiempo...














Para ubicar al que lea ésto, habría que trasladarlo en la máquina del tiempo a unos cuarenta y siete años antes. Pero igualmente su incredulidad estaría justificada. Ya que viene a ser... como irse a otro planeta o algo parecido.
Era en mi pueblo donde viví toda mi infancia hasta gran parte de mi juventud. Donde precisamente están mis raíces y con el que sigo vinculado, ya que lo visito seguido por distintas razones y en él siguen viviendo algunos conocidos y también hermanos y sobrinos; con quienes nos encontramos "de vez en vez y de cuando en cuando". Al mismo tiempo de que vivo solamente a unos pocos kilómetros de allí.
En aquel entonces estábamos como en otra dimensión. Tenía unos diez años, aunque tambien jugaba con otros pibes que estaban en los quince. Uno de éstos se destacaba en algunas cosas particulares que yo observaba con curiosidad, y, por un cierto instinto de niño...percibía. Creo que en el fondo de mí, algo me protegía y me hacía "marcar" un poco de distancia. Pero reconozco que esa curiosidad, me pudo haber llevado para otro lado...pero no sucedió. Cuando hacíamos arcos y flechas, éstas, con un alfiler en la punta. Lo que para mí era una fantasía, ya que no se me cruzaban ideas raras; para él era como un desafío a llevar a la práctica, a tal punto que una vez le clavó en el brazo a un chico, "así como así", una de las flechas. También resultó ser el mentor de los "matagatos casero" (1) ; por imitación empecé a fabricar uno, pero algo me frenó a desistir de la obra.
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(l) especie de pistola de fino calibre, con la cual puede llegar a quitarle la vida a alguien. Prueba de eso es que un chico conocido muy cercano murió a los ocho años de edad, a manos de su hermano de dieciseis, accidentalmente. El proyectil le ingresó por un ojo.
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O sea que, ese pibe, alguna "rayadura en el coco" tenía. Pero, aparentemente nadie se ocupó de eso. Los demás chicos no pasábamos de jugar a los "pistoleros", piratas y cosas así; pero solamente de fantasía...como cualquier chico común; por lo menos, en mi caso, no pasó de eso.
Cuando sucedió lo que les sigo contando... o sea hace cuarenta y siete años y yo tenía diez. En el pueblo corrió una noticia como "reguero de pólvora" y es que ese mismo pibe y otros dos de su edad -con los que yo también jugaba- habían cometido un robo ingresando a la casa de su tía por la ventana y robado dinero. Lo más curioso es que los "pescaron" cuando fueron al único cine que había, disfrazados. El líder por ejemplo, se había puesto una barba postiza y llevaba una pipa -tal vez era una especie de tributo a Huck Finn, que personifica a un niño de su edad, que estaba muy de moda, del clásico Mark Twain-; lo cierto, es que se había vestido así, como si no lo fueran a notar -tambien me queda la duda de que tal vez quería "hacerse notar"
No les cuento mas detalles, solamente quiero que midan la diferencia con respecto a la actualidad, acerca del grado de fantasía e inocencia que a pesar de todo, teníamos en aquel entonces...
Esa fué la primera vez que había escuchado sobre un caso de robo a manos de unos chicos. Con el tiempo trabajé en esa área durante mas de treinta y cinco años, podrán imaginarse el contraste que viví. También fué la primera vez que escuché nombrar al Juez de Menores...cuya sola mención nos hacía temblar a todos...estaba claro que existía el miedo y la vergüenza....
Un planteo que les hago, es, si les parece que actualmente los niños siguen teniendo el mismo grado de fantasía y qué pasa con el miedo y la vergüenza...

6 comentarios:

La infante Cas E. dijo...

Me quede pensando, cosa que no siempre es lo más recomendable.Leí, me pare, comí un flan, fui y vine. Lo cierto que es me puse teórica lo seré tal vez al decir que dependemos de aquel otro que nos toco en suerte...

LAO dijo...

CAS. Es cierto, dependemos del "otro" pero me parece que también elegimos. En mi caso me podría haber dejado arrastrar por ese
pibe. Muy agradecido por la visita y tu opìnión.

Lau Martinez Pardo dijo...

Hola, Yo te siría que me ha pasado algo similar y lo que creo es que tiene mucho que ver con la educación, finalmente siempre llego a esa conclusión. En mi caso me habían machacado tanto con las "cosas malas", lo que "no se debe hacer", "no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan", etc, que, a pesar de que siempre fuí rebelde, antes de meterme en algún lio me venían a la mente esas palabras y pensaba, si mi vieja me lo dijo, por ahi tiene razón, entonces me mantenia en un lugar de espectadora. No se si ese censor interno era bueno o malo, daria para otra charla, pero a mi me dió buen resultado, pues finalmente sali siendo "una niñita buena", jajaja.
Con respecto a la inocencia, me da la sensación de que ahora no está presente del mismo modo, tal vez lo deberíamos hablar con algun chico y ver cuales son sus pensamientos.
Saluditos.

LAO dijo...

Gracias Lau. Creo que lo del "censor interno" es muy cierto y que los chicos y grandes lo siguen teniendo; otro tema es que lo escuchen o no, creo que, si bien el ambiente tiene que ver, también es responsabilidad de cada uno. Con respecto a la inocen
cia -aunque yo me referí a la fantasía- está afectada por la sobreestimulación que hay, que también antes algo hubo. La cual también es responsabilidad nuestra con respecto a lo que le demos a los chicos, o la imagen que le demos de nosotros.Muchos saludos.

Gla dijo...

Fantasía sí...falta de valores también...Ejemplos válidos...no abundan...vaya cóctel!!!

LAO dijo...

Gracias Gla. ¡que bárbaro! ¿no?