miércoles, 15 de julio de 2009

PROEZA

Mi mamá, mi hermano mayor y yo, fuimos del pueblo a la ciudad; a no se que compras y cosas tenía ella que hacer.
No puedo precisar mucho la edad en mi memoria, pero se que era lo bastante chico como para que ésto fuese una aventura. Mi hermano tendria unos catorce, y, como tiene cuatro más, fácil es deducir. A esa altura, todos sabemos que cuatro es mucha diferencia.
Muchos conocemos que en aquellos tiempos habían diversos personajes, generalmente inmigrantes, como el organista que deambulaba manejando su organito transportable, con una manivela al costado y que, por unas monedas, un monito que iba a sus andas, te entregaba un rollito de papel que tenía escrita tu suerte o tu futuro.

Mi madre entonces, nos dejó en la calle por un rato y se fue a hacer unas compras creo. Nos quedamos parados donde había un montón de gente que rodeaba a una de aquellas personas que hablaban mucho y hacían trucos. Hasta que entonces, ese señor, pidió del público un ayudante voluntario. Se imaginarán entonces que fui precisamente yo el que dio el paso adelante. En minutos estaba en el centro de atención junto al artista, quien me murmuró por lo bajo que después me iba a hacer un regalo. Al ratito tenía enroscada en el cuello una larga víbora que me daba besos en la nariz con su fina lengua. Me sentí un superhéroe, además premiado con una lapicera de tinta recargable , que adquirió el valor de
trofeo.
Justo apareció "mi vieja", y por el grito que pegó -pero no enojada-, sentí como si me despertara de un sueño...
Mi hermano me miraba con sorpresa y creo que con un poco de admiración.

Llegue a mi casa "tan ancho como para no caber en la puerta"

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El pueblo en que me crié, hoy es ciudad y se llama City Bell, es muy lindo.lleno de naturaleza y casas lindas. Y la ciudad, es la Ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina.

6 comentarios:

YOLA dijo...

Què hermoso relato, y què bueno que lo compartas y tanta memoria junta hace que construyas tu historia y podamos vivirla.

Lao, muchas veces hablaste de tus hijos, hoy soy yo la que te pido que leas mi post y dejes ahì alguna reflexiòn.
Quizàs cuando leas digas ¿por esto me està pidiendo ayuda?, si es que algo logrè conocerte por este medio, sè que vas a dejar una palabra de aliento a esta madre que no sabe muy bien què hacer y còmo actuar.
Saludos

LAO dijo...

YO,la peor de todas. Me alegro que te guste el relato. Gracias por la confianza, con gusto pero con tiempo suficiente, me voy a dar una vuelta por tu blog.

Caro Pé dijo...

jeje tan ancho como para no caber en una puerta, já, qué experiencia!
Yo salgo corriendo, o por ahí no porque la cosa ésta me persigue y se enoja.

City Bell , no conozco ,quiero ir hace rato a City Bell.
En La Plata ciudad si estuve.
Beso Laoo!

LAO dijo...

Caro Pé. Gracias, me alegra que te haga reir. Sí es lindo City Bell. Igualmente un beso.

Anónimo dijo...

Terrible, si veo a mi hijo con una víbora en el cuello creo que el susto sería importante...mas alla de que fuera inofensiva...
mi madre siempre dice eso...tan ancho de no caber por la puerta!

estuve haciendo los deberes y leyendo por todo el blog!
beso

LAO dijo...

nada se pierde. Muchas gracias!!que notable que tu mamá usa la misma frase...a mi me salió sola...no me acuerdo haberla escuchado. Es que hay expresiones que misteriosamente brotan así (¿?). G. Un besoracias por recorrer el blog